Preocupados se mostraron los concejales de la ciudad de Bucaramanga, frente al tema de la malnutrición que atraviesan los niños y niñas de la ciudad. Es por eso que el día 18 de julio del 2016, se realizó un debate, en las instalaciones del Concejo, para hablar precisamente de la alimentación que se les está entregando a los infantes bumangueses.
Margy León, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), indica que los diferentes programas del instituto han alcanzado un 70% de aporte nutricional en sus beneficiarios, además resaltó la inversión de $20.000.000.000 para dichos programas. Con esto se podría probar que en Bucaramanga si se está trabajando para mejorar la calidad de vida desde la infancia. Sin embargo, como dicen popularmente “del dicho al hecho hay mucho trecho”. En el debate se dio la palabra a la representante de las madres comunitarias, pertenecientes al programa tradicional del ICBF, Diana Arguello, quien asegura que “ese 70% es una mentira” no se está cumpliendo con ese porcentaje de aporte nutricional.
El ICBF otorga a cada instituto $2.517 pesos por niño. Ese dinero debe dividirse en 4 tiempos (espacios de comida) al día. Es ilógico entonces que se pretenda alcanzar una buena alimentación en los niños, si no se está brindando la ayuda financiera necesaria para lograr dicha calidad.
El vicepresidente del Concejo de Bucaramanga, Pedro Nilson Amaya Martínez, relaciona la crisis alimentaria de los niños bumangueses con un desorden político por parte de la administración. El concejal dice que “no es justo que al finalizar el mes de abril, la administración no haya podido formalizar el 100% de los refrigerios escolares.” La falta de una planificación adecuada, por parte de la cúpula administrativa, afecta la calidad alimentaria de los niños y niñas en Bucaramanga.
A los concejales les preocupa que los niños y niñas sigan consumiendo gaseosas y productos que no hacen parte de la buena alimentación para los infantes, sin embargo, si la administración no destina recursos para trabajar en pro de la buena alimentación, como dijo Diana Arguello, lo único que se podría seguir comprando con $2.517 pesos es “un litro de gaseosa y un pan de 500”
Por su parte Henry Gamboa Meza, Presidente del Concejo de Bucaramanga, insiste en la importancia del control a los entes encargados de la alimentación infantil en la ciudad. “Uno no entendería porqué hay malnutrición en Bucaramanga cuando hay subsidios, ¿Qué hacen esa plata?” El Concejal indica que los organismos delegados, deben ser controlados, y precisamente para ello organizan esa clase de debates, ya que permite cuestionar a los entes encargados.
A su vez, el Concejal Fabián Oviedo hace énfasis en la preocupante cifra de un 23% de casos de obesidad infantil, por ello invita a los Concejales, padres de familia y a las instituciones educativas, a crear cultura ciudadana en los niños, enfocada desde la educación, para que los niños y niñas entiendan la importancia de comer bien.